viernes, 28 de noviembre de 2008

viernes, 21 de noviembre de 2008

Esa tortura semanal del supermercado

Quien inventó que los grandes supermercados estuvieran lejos de la ciudad, evidentemente no tuvo en cuenta a las mujeres solas y sin auto.
La verdad es que lo que antes de separarme era una tarea más de la vida, hoy por hoy se ha vuelto una tortura difícil de explicar sin haber pasado por ella.
En primer lugar, no tengo un supermercado cerca. El más cercano es un almacén de barrio con góndolas, en el que toda mercadería está a punto de claudicar o tiene gusto uniforme a jabón en polvo, vaya a saber por qué extraña razón de los depósitos. Pertenece a una cadena local, por lo tanto no podemos echar la culpa a Corea ni a ningún país asiático del exótico sabor a un producto higiénico sin definir que adquieren los comestibles. Digamos que para zafar o comprar enlatados, está bien, pero si uno cree que va a sobrevivir mucho tiempo con una alimentación a base de latas de ensalada jardinera, no va a llegar muy lejos.
A diez cuadras hay un Carrefour. Creo que los dueños y por propiedad transitiva, los gerentes locales de Carrefour creen que pisar ese supermercado es como ingresar a una embajada: todo está a precio francés. La verdad no lo frecuento mucho, porque cada vez que voy y me doy cuenta que a una papa cepillada ellos la llaman con un estrafalario nombre en otro idioma y la cobran en libras esterlinas, me doy cuenta que no está a mi nivel. Además, la vuelta del Carrefour hasta mi casa es un calvario de diez cuadras de subida y si no porto un cargamento de bolsas de nylon que te dejan los dedos moreteados, arrastro un carrito de compras que es la vergüenza de la gente que me conoce (yo no siento vergüenza de mi carrito, ya lo dije en otro post). Nunca voy a descubrir por qué, pero en este supermercado jamás encontrás un taxi cuando salís a la calle. Podés esperar tres horas, lo más factible es que se te derrita la manteca que compraste y hasta es más común que la calabaza que adquiriste en la verdulería se transforme en el carruaje de cenicienta y desciendan de él tres ratones convertidos en lacayos, que tengas la suerte de encontrar un medio de transporte a tu medida. Yo he regresado a mi casa en las camionetas más destartaladas y en los autos más truchos que alguien pueda imaginar, a riesgo de contraer tétanos o ser asaltada por un fugado de la penitenciaria, pero tampoco se puede una quedar esperando para siempre que apareza un auto amarillo y negro en el horizonte, te volvés como podés.
Los almacenes no compiten. Hay un mercadito divino en la otra cuadra, pero la señora que atiende es más amarga que la radicheta que vende, y además es un lugar de reunión barrial que detesto.
Por lo tanto, mis expectativas siguen bajando.
Antes buscaba un hombre cool, con gustos intelectuales parecidos a los míos.
Después me enamoré de cultos periodistas que rozaban a diario la posibilidad de convertirse en el border line que todos llevamos dentro.
Por último pretendí un técnico con caja de herramientas en mi destino.
Ahora sólo busco a alguien que me ayude a traer hasta mi casa las bolsas del supermercado. Sé que tendré problemas, vivo en un primer piso y hay que subir una escalera. El que avisa no traiciona.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Morir en el intento

Quien te ha dicho que no se puede morir en el intento? Bah.
Podés fracasar sin alcanzar lo que habías estado intentando por años
Podés irte de vacaciones y que llueva los 14 días
Podés perder las valijas, los documentos y el dinero en el aeropuerto y quedar detenido por sudamericano e ilegal.
Podés divorciarte de tu marido para empezar una relación con un amante y que a último momento se de cuenta de que se arrepintió.
Podés ponerte un negocio en abril y que el paro del campo y la crisis internacional te lo garquen en tres meses
Podés tener hermanos que te odien, padres que no te entiendan, amigos que no te conozcan y parejas que prefieran remontar barriletes con los boys scouts antes de pasar un fin de semana con vos o ver televisión con los pies arriba de un banco y la panza asomando a través del botón abierto de la camisa mientras te repiten que esa actividad es parte de su trabajo
Podés cambiarte de trabajo y volverte al viejo en menos de un año porque nunca te adaptaste al nuevo y perder antigüedad, vacaciones y aguinaldos, pero conservar la frentecita bien alta!
Te pueden bajar en helicóptero porque te quedaste sin aire dos metros antes de alcanzar la cumbre
Querida, querido, siempre se puede ser un poco más loser.
Siempre se puede morir en el intento.
Por eso, mejor no lo ensayes. Hacelo y ya.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

¡Feliz día del inodoro!


No puedo dejar pasar esta fecha tan especial sin hacer alguna alusión a ella en el blog. Es que para deleite de nuestros traseros, hoy es un día ilustre, el día del inodoro.
Por eso, quiero dedicar esta efeméride tan particular a todas las personas que, sistemática y meticulosamente, me cagaron con prolijidad y ahínco.
Vaya a ellos, este sentido homenaje. y de paso, me gustaría decirles, en sintonía con la oportunidad, que se pueden ir bien a la mierda.
Muchas gracias!

sábado, 15 de noviembre de 2008

El Palito Ortega

Entre las distintas tipologías de periodistas que pululan en este viciado ambiente de las redacciones (entre los que podría reconocer algunos al vuelo: el psicópata, el pajero intelectual, el trabajador obsesivo, el drogadicto reventado aficionado a cagar mujeres, el demandante absurdo, el vanidoso al pedo, el escapista, el degenerado y el simplemente inútil, ya hablaré de ellos en alguna oportunidad) existe uno destacable por su afición a la pelotudez, lo he denominado el "palito ortega".
El palito es algo así como un boludo alegre, al que todo lo que le vendés le viene bien. Como no lee, escucha las noticias pero no las entiende y no decodifica más que los programas del estilo "magazine mañanero" -por lo tanto es más probable que esté al tanto de quien quedó eliminado de Bailando por un Sueño, pero desconoce que en la Casa de Gobierno una docena de empleados estatales tomaron de rehén al gobernador y lo obligaron a pasearse vestido de Minnie por la Peatonal Sarmiento - es probable que publique cosas que ya salieron hasta en el Correveidile y crea que tiene la primicia de la semana.
El palito se roba sistemáticamente las revistas que vienen como anabólicos en los diarios, tiene especial afinidad con la 7 Días, Rumbos, y ni hablar de la Touch! y Uno Decora, desaparecen de la redacción como por arte de magia.
Trae un tupper con comida que se encontró en el fondo de la heladera de la casa de su madre, que generalmente consiste en pizza fría con una feta seca de jamón, a la que se le doblaron las puntas, y una aceituna al borde de la deshidratación.
Se viste con ropa de niño, cree que es inimputable porque se anima a caer a trabajar con una chomba de cuando iba al polimodal, bermudas de jean y mocasines de nobuk con medias blancas.
Generalmente está de novio con una estudiante de odontología, o la secretaria de una prepaga que conoció en una nota arreglada.
Le gusta escribir notas de las AFJP, Anses, Obras Sanitarias o la Policía. Busca lo novedoso, pero siempre es una noticia inflada detrás de la cual no hay nada más que un poco de humo.
Palito es muy amable con los jefes. Tiene siempre una actitud amigable con los gerentes y casi siempre el dueño del multimedio lo conoce por su nombre y apellido, no porque sea un periodista brillante, sino porque él se encargó de mandarle un regalo para su cumpleaños con una tarjetita escrita con bolígrafo azul.
Palito no toma mate. Dice que no le gusta, pero en su interior tiene negada la posibilidad de succionar una bombilla a la que todos babearon previamente sin morirse de asco en el intento. Prefiere prepararse un té o una yerbita digestiva.
En verdad, no es un tipo feo, pero ninguna mujer de la redacción lo miró jamás, nada más porque tiene menos sensualidad que el hombre vestido de hamburguesa o el payaso extorsionador que obliga a los padres a comprarle globos a los niños. Igual queda claro que las periodistas amamos meternos con el drogadicto reventado aficionado a cagar a las mujeres, pero eso es motivo de otro post.
Al fin, todos sabemos que con Palito no se puede contar, que no figurara jamás en nuestro facebook, pero para la tranquilidad de nuestras conciencias, no está dentro de sus aspiraciones integrarse al grupo humano de ninguna actividad laboral. Está muy ocupado consiguiendo la lista con la fecha de cumpleaños de los gerentes generales.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Lapelotuda



Dicen que las mujeres de piscis somos doce distintas a la vez. No me cabe la menor duda de que la frase es real y no pienso justificar por qué me remito al zodiaco para encabezar esta declaración.
Lo cierto es que entre la docena de distintas féminas por las que estoy conformada (una monstruosa los días previos a menstruar, una bastante desubicada para opinar y una en la edad del pavo para divertirme, entre otras) Está lapelotuda que habita en mi.
Lapelotuda es simplemente, una débil mental que desconoce el vocablo “no” y actúa “tracción a culpa” como principal combustible para movilizar sus acciones. Un ser que tiene desconectado el cable entre lo que tiene ganas de hacer y lo que finalmente termina haciendo.
Cuando estoy frente a un desafío, por ejemplo, decir que no quiero encarar un negocio o que me parece que me están cagando pidiéndome que haga un laburo de más, muchas veces Lapelotuda me traiciona, y mientras yo piso el freno y detengo el motor para no ir a dar directo al corazón del pantano, Lapelotuda aprieta el acelerador y ambas terminamos con el barro hasta la cintura, y cada vez que intentamos movernos para salir, terminamos más y más hundidas.
Lapelotuda me ha hecho estampar la firma en papeles absolutamente comprometedores, como el del acta de matrimonio y cientos de escrituras de las que no sé por qué termino siendo parte.
También me ha embarcado en empresas inciertas, a las que no me animo a negarme de participar, aunque una vez que estoy adentro, quisiera colgarme de la cadena del baño por haber aceptado.
Gracias a lapelotuda he concurrido a lugares sin ganas, compartido veladas con gente indeseable, escuchado peroratas interminables, departido con sujetos inexplicables, trabajado sin cobrar, hecho horas extras por amor al arte, dormido fuera de mi casa, aceptado caprichos, requerimientos y solicitudes exóticas de mi madre, tomado el té con ex suegras dignas de un manual de Freud y encarado situaciones que, pensándolas sin lapelotuda en el medio, hubiese sido verdaderamente imposible que salieran bien.
Lapelouta me guió a ponerme un vestido de casamiento dentro del cual parecía un merengue gigante, me encaminó a regresar a la casa de mi ex jefe y amante cada vez que él quería verme y a tomarme taxis a horas ridículas cuando él lo decidía, y lapelotuda, que tenía ganas de putearlo hasta en esperanto, le respondía sólo con construcciones indoloras del tipo“Puede ser, no me pasa nada, hasta luego”
Pero ya es hora de que se deje de interponer en el normal desarrollo de mi existencia.
Es tiempo de amordazarla y ocultarla en la baulera.
No la puedo matar, porque ya es parte del staff, pero sí puedo hacerla callar para siempre, cortarle las cuerdas vocales y que nunca más decida por mi.
Lapelotuda ya me metió en suficientes quilombos, ahora me toca a mi complicarle un poco la vida.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Oda a los funcionarios públicos



Voy a morir peleando. Me van a encontrar patas para arriba, como una cucharacha resistiendo el raid, aunque esta manga de inadaptados, ladrones de gallinas, improvisados y vergonzosos desvergonzados me quieran mandar a trabajar detrás de sus cochinos mostradores públicos. Vuélvanse a sus agujeros,carroña! Vuélvanse a ese lugar del que nunca deberían haber salido, váyanse bien a la concha de su madre!!!

Papelitos

Ayer encontré unos papelitos amarillos que escribía en plena depresión. Los iba metiendo en la billetera o en algún bolsillo del bolso, o debajo de la almohada, para aguantar. Cada vez que quería hacer una estupidez, los leía, al igual que cuando no podía parar de llorar. Algunos tienen ideas (prestadas) casi de humor negro, pero aseguro que el humor me salvó muchas veces de no morir aplastada por mis propios yoes malignos. Estos papelitos fueron un cable a tierra, un puente, una baranda. Los encontré arrugados, porque solía apretarlos después de leerlos, supongo que para que me "entraran" casi por ósmosis.
Pensé en tirarlos, pero ahora los vos a transcribir acá, para que queden colgados del aire.

Podría estar más sola sin mi soledad, tan habituada estoy a mi destino Emily Dickinson

Los paraísos inmóviles no pueden prometer más que un eterno aburrimientoSimone de Beauvoir

La palabra humana es como una caldera rota en la que tocamos melodías para que bailen los osos, cuando quisiéramos conmover a las estrellas. (G. Flaubert, de Madame Bovary)

"Quisiera hoy ser felíz de buena gana" (César Vallejo)

"No me dejes sólo alegría, sólo angustia, tómame, sálvame, sosíégame, o prescinde de mi" (J.Joyce)

"Cuando lo hayas encontrado, anótalo". (Ch. Dickens)