Ayer encontré unos papelitos amarillos que escribía en plena depresión. Los iba metiendo en la billetera o en algún bolsillo del bolso, o debajo de la almohada, para aguantar. Cada vez que quería hacer una estupidez, los leía, al igual que cuando no podía parar de llorar. Algunos tienen ideas (prestadas) casi de humor negro, pero aseguro que el humor me salvó muchas veces de no morir aplastada por mis propios yoes malignos. Estos papelitos fueron un cable a tierra, un puente, una baranda. Los encontré arrugados, porque solía apretarlos después de leerlos, supongo que para que me "entraran" casi por ósmosis.
Pensé en tirarlos, pero ahora los vos a transcribir acá, para que queden colgados del aire.
Podría estar más sola sin mi soledad, tan habituada estoy a mi destino Emily Dickinson
Los paraísos inmóviles no pueden prometer más que un eterno aburrimientoSimone de Beauvoir
La palabra humana es como una caldera rota en la que tocamos melodías para que bailen los osos, cuando quisiéramos conmover a las estrellas. (G. Flaubert, de Madame Bovary)
"Quisiera hoy ser felíz de buena gana" (César Vallejo)
"No me dejes sólo alegría, sólo angustia, tómame, sálvame, sosíégame, o prescinde de mi" (J.Joyce)
"Cuando lo hayas encontrado, anótalo". (Ch. Dickens)
abadía y camellos
Hace 7 años
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