viernes, 5 de diciembre de 2008

Hay una lágrima sobre el teléfono

Esto es un teléfono, funciones más, funciones menos. Bueno, me gustaría avisarles a todos los que me conocen, que lo odio. Odio hablar por teléfono, odio que el maldito aparato suene en cualquier momento, odio tener que atenderlo cuando el otro quiere hablar, pero yo no!.
No es en contra de nadie, no es que no los quiera, no es que me olvide de todos mis amigos pro-telefónicos, pero chicos, si fuera por mi, habría hecho desterrar todas las líneas que existen aún en este planeta, las que no se robaron las mafias del cobre, y otro tanto más haría con las antenas de los celulares. Excepto que las compañías firmaran un consentimiento de sólo dejar la función mensaje de texto. Porque un mensaje de texto es, a diferencia de la llamada maldita, algo más limpio y discreto. Si quiero, tengo crédito y es impostergable, lo contesto. Si no, lo dejo para después. Pero esa puta costumbre de llamar que tiene la gente... la detesto. ODIO HABLAR POR TELÉFONO CON TODA MI ALMA!
Si me quieren, no me llamen!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
manden mensajes nomás.

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