Lo peor de estar sola no son los peligros externos. Eso se soluciona con rejas y un cuchillo debajo de la almohada. La etapa más peligrosa es tener que resguardarse de la buena voluntad de toda una familia, qué digo de toda una familia….más bien de toda la sociedad en su conjunto!!!!!!!!! Es que para el resto del mundo, es decir, para todos los que integran la parte del globo de-los-que-tienen-un-palenque-donde-rascarse, los que integran la mitad de los solos, la soledad es una especie de sarna, sin gusto y que pica mucho.
La gente normal, la que va al supermercado a comprar los cereales del tigrecito, la que departe de vez en cuando con los amigos juego de mesa mediante, la gente que se compró con esfuerzo un Renault 12 y ahora lo piensa cambiar por un ford sierra modelo 85’, la gente media de clase media…. ESA ES LA QUE TE QUIERE BUSCAR COMPAÑÍA.
Porque, seamos sinceros, no hay peor soledad que la de la clase media.
Los pobres nunca están solos. Los ricos están acostumbrados. Pero la clase media padece la soledad horriblemente. No tener con quién ir al cine, tomarse un café o mirar los avisos clasificados es, decididamente, un padecimiento de lunes a jueves, un horror el viernes a la noche, una tortura el sábado y un suicidio el domingo.
Por eso, comienzan a llover las geniales ideas de parientes, amigos y compañeros de trabajo, entre otros solidarios que buscan que abandonemos la solitarias playas de la melancolía y nos subamos al crucero de la diversión colectiva!!!!!!
Lo que se viene después es siempre muy parecido a un desfile de máscaras de carnaval, en la que vertiginosa carrera para que dejemos atrás las pilas de cajas de carilina.
Pero, no nos engañemos, el resultado de la desesperación de los demás puede ser la puerta de entrada a un laberinto de furia (la nuestra) de la que no nos será fácil salir.
Los resultados de las presentaciones pueden ser horrorosos.
“Es un poco más petizo que vos, pero tiene tu misma onda” (seguro que resulta ser un enano impagable, o un boludo importante, ¿por qué la gente confunde “boludez” con “onda”?)
“Si no te habla al principio es porque es tímido” (en los diez primeros minutos de la salida me aburrí más que viendo la película “El Arca Rusa”)
“Es divino, no sabés lo atento que está a sus hijos”
(-Hola? -Si, hola, mirá te quería explicar que no te voy a poder pasar a buscar porque Marita tiene fiebre, 36 y ½, pero me quiero quedar acá por si le sube más”
-Pppppero………Marita tiene 18 años!!!!!
-Ah, vos porque no tenés hijos, para un padre los hijos siempre son chicos…………
- tu tu tu tu tu tu tu tu …………………….)
“y, lindo no es………..pero no sabés la plata que tiene!!!!!!!” (resulta ser que no sólo que no es lindo, sino que ganó el primer premio en el concurso de “elegí tu propia careta”, encima se compró un celular corporativo con la madre……)
Decididamente, la cosa se pone peor cuando tu entorno se da cuenta que a pesar de los esfuerzos, tu soledad se está volviendo estructural. Quieren salvarte antes de que sea demasiado tarde y los principios activos de la sociabilidad de la raza humana comiencen a desvanecerse en tu información genética.
Tu madre se cuestiona la posibilidad, horrenda por cierto para ella, de que NUNCA LA CONVIERTAS EN ABUELA.
Tus amigas ya perdieron la cuenta de cuántas veces te arengaron una relación para que te dure, y tus hermanas/os temen que sus hijos sigan tus descarriados pasos.
A esta altura, cualquier opción parece ser buena……..¿regalarte un perrito? ¿comprarte un helecho? ¿criar los niños de otros? ¿buscarte un curso de inglés, manualidades, plomería Express?
Bueno, bueno…. A no desesperar. Lo bueno es que siempre se pueden inventar excusas, y de eso se trata el próximo capítulo.