Todos los que me conocen, saben que odio mi cumpleaños. Lo saben, justamente, porque me conocen y me quieren.
Soy amarga,
No me gusta festejar, y si me gustara, no tendría un mango para hacerlo,
Llamar la atención no está entre mis prioridades en la vida, por lo tanto que me canten “cumpleaños feliz” mientras yo pongo cara de monga agradecida, ha sido una situación no superada, cumpleaños tras cumpleaños, desde los 8. Bueno, en fin, no me gusta cumplir años.
Pero justo en este 2011, se me ocurrió aprovechar esa posibilidad cursi de apagar las velas y pedir deseos. Voy a valerme de todas tus velas, 2011. y otra que tres! todos los que se me ocurran voy a pedir!
Cuando apague las velitas, desearé:
Que los garcas de este mundo, de este continente, de este país, y en especial, de esta provincia, no sean tan impune, inmunda y prolijamente garcas. Digamos, que no se esfuercen tanto en ganar la mención de honor en la academia de cagadores profesionales. Es la universidad que más gente está llevando a sus pupitres en la última década.
Que los medios de comunicación valoren el trabajo y el esfuerzo de quienes trabajamos, y que día a día tratamos de hacer más noble esta profesión del periodismo (que algunos intentamos ejercer dignamente y con vocación, aunque nos gustaría poner una bomba de vez en cuando, pero no lo haremos)
Que los nabos que conozco sean menos nabos. Si en la academia de cagadores profesionales hay anotados muchísimos alumnos, los nabos no son muchos menos. Quieren ingresar al selecto grupo de los garcas, pero no son admitidos todavía, por nabos. Vamos chicos, tráguense un libro de vez en cuando, no van a morir en el intento. (el deseo vale también en femenino)
Que los hombres encuentren por fin ese rol que han perdido. Lo digo desde mi más convencido y ferviente feminismo, muchachos, organícense. Están cada vez más extraviados. No son todos, pero muchos no saben si quieren seguir siendo hijos eternos, si quieren ser langas eternos, si tienen cuarenta entran en crisis, si tienen 20 quieren tener 16. Un toque de ubicación y todos seremos más felices.
Que las mujeres dejemos de ser tan boludas, chicas, por dior. Basta de evocar en todas nuestras acciones a Coty Nosiglia. Basta. Quememos las bombachas rosadas en una gran hoguera y para siempre. Dejemos de esperar cosas que nunca sucederán y vayamos por las posibles. Quememos las naves en las que todos los días zarpamos esperando el milagro, sobre todo, abandonemos esa convicción de que alguien nos tiene que salvar, salvémonos a nosotras mismas. Un toque de ubicación y todos seremos más felices.
Que los radicales se dejen de pelear.
Que los peronistas dejen de echarle la culpa a la gestión anterior
Que los kiosqueros consigan monedas
Que la dirección de vias y medios ponga más bocas de expendio de red bus
Que los de la farmacia Mesura de la esquina de mi casa dejen de dar el vuelto en tafiroles.
Que el padre de la almacenera Claudita se ría este año.
Que el mozo del Dunken deje de ser tan amargo
Que baje el café: 7,50 es mucho, chicos.
Que facebook agregue la función “no me gusta”
Que vengan rápido las vacaciones que, imbécilmente, me pedí la segunda de marzo.
Que todos mis amigos y hermanos sean más felices
Que mis viejos vivan muchos años.
Que mis sobrinos me quieran mucho,porque ellos tendrán que ir a visitarme al geriátrico (y quizás,pagármelo)
Que mi perra vieja se deje de enfermar, me cuesta una fortuna
Que mis enemigos sean más invisibles y que se dediquen a otra cosa, odiarme a mi no garpa, chicos. No soy ni seré importante, y además, a mi me gusta demasiado pasarla bien como para tener tiempo de ver como me voy a defender de ustedes, ni me interesa.
Que gane el mejor! Y que a todos los que no nos interesa competir, nos dejen de romper las pelotas y podamos disfrutar lisa y llanamente de la vida!
Chau, hasta el año que viene!