A vos te digo, amigo que ya pasaste los treinta y pico, y vas camino a los cuarenta y algo… a vos, que tenés una mujer medianamente joven, que se hace cargo de ponerles las vacunas a los chicos, riega el jardín y te compra el queso azul para untar religiosamente en el supermercado, y que además cumple un horario de trabajo y no se ha convertido nunca en una señora obesa que mira telenovelas a las tres de la tarde… a vos que descubriste las mieles de la play station de grande, y jugás, y jugás, y jugás hasta quedar pálido y descompuesto todo el fin de semana, a vos, al que no le falta nunca una remera de Homero Simpson tomando cerveza recién planchada… a vos querido, a vos al que todos conocemos ya, de cerca, y vemos venir a diez cuadras con sus intenciones – siempre repetidas – a cuestas…. Te lo pido como un favor, como un acto de justicia divina, como un golpe de pudor ajeno… Dejá de una vez por todas de intentar levantarte chicas de veinte por internet… Todos los que te rodeamos nos hemos encontrado alguna vez con tus ventanitas indiscretas abiertas y no te bancamos más…
Hacelo de onda. De onda hacia nosotros. Antes de volver a la perorata remanida del cibergalán… pensalo dos veces, cerrá la ventanita y andá a buscar a los nenes al jardín de infantes. Y la vida, mágicamente, se va a equilibrar.
abadía y camellos
Hace 7 años