Se estaba por terminar su relación. La chica estaba desesperada porque no podía pagar las cuentas. El muchacho, bastante mayor que ella, tenía dificultades para anclarse en la realidad. Tanto, que la propuesta para salir de la desesperante situación económica en la que se encontraban, fue más allá de lo que uno puede reconocer como ficción.
"¿Y si nos ponemos un criadero de perros salchichas en el patio?" -propuso él, creativo-
Ella, sin dudarlo más, le pidió el divorcio.
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