viernes, 31 de octubre de 2008

Consumir antes de Julio del 2001


Esta semana tuve la graficación de mi desidia culinaria más estrepitosa, de mi dejadez hogareña más patente, y la clara explicación de por qué me pasan las cosas que me pasan en la vida, o mejor dicho, porque la vida me pasa por encima en más de una oportunidad. Encontré en la alacena de mi cocina, una caja de gelatina que vencía en el 2001........... LEAN: CONSUMIR PREFERENTEMENTE ANTES DE JULIO DEL 2001!!!!!!!!!!!!!!!!!
Eso equivale a pensar que:
En el 2001, yo estaba casada
En el 2001, mi ex marido se quedó sin trabajo
En el 2001 ni pensaba en ser periodista
En el 2001, trabajaba part time en un jardín de infantes sin ser maestra,
En el 2001, pintaba elefantitos de colores en las manualidades de los alumnos,
En el 2001, pesaba 20 kilos más que ahora,
En el 2001, todavía no había conocido a algunas personas que me cambiaron la vida (para bien) y a otras que me la arruinaron un poco (para mal)
En el 2001, todavía no había pasado la barrera de los treinta,
En el 2001, todavía no se había muerto Ginzburg,
En el 2001 no pasábamos aún por los 5 presidentes en una semana,

y lo peor, lo más impresionante y patente de todo esto, es que.........
EN JULIO DEL 2001, TODAVÍA NO SE CAÍAN LAS TORRES GEMELAS!!!!!!!!!!!!!!!
ESO SIGNIFICA QUE MI GELATINA, LA QUE YO TUVE DURANTE VARIAS MUDANZAS, Y LA QUE SOPORTÓ SIGILOSAMENTE EN LA ALACENA MIENTRAS LOS DEMÁS PRODUCTOS ERAN CONSUMIDOS Y DESHECHADOS, LA QUE ESTUVO SIETE AÑOS SIN MOVERSE PARA NO SER VISTA Y NO SER UTILIZADA, FUE TESTIGO MUDO DE UN BRUTAL CAMBIO DE ÉPOCA!!!!!!!!!!!!

La verdad, la tiré, porque me dio vergüenza tanta impericia, pero al hacerlo, sentí un leve dolor en el pecho. Es que estaba deshechando un producto histórico. No cualquier premezcla para buñuelos pasada de fecha, no una lata de tuco vencida al azar........... No. Esa era una gelatina transitando un ciclo sin igual. Testigo culinario mudo de la caída de un imperio.

sábado, 25 de octubre de 2008

LAMEBOTAS


De las personas a las que quiero asesinar ultimamente, la que encabeza la lista es el compañero "lamebotas". Una especie que surge de la cruza entre un chupamedias básico/a y un/a inoperante, y que lamentablemente se te sienta cerca en alguna oficina o redacción.

Lamebotas es una especie rastrera y amorfa, que va tomando la forma del espacio que queda entre un compañero de trabajo y otro, se acomoda y empieza a crecer, como un parásito.

Se alimenta y nutre de las equivocaciones, defectos y características de los demás y hace lo posible por destacar ante el jefe que él/ella "no es así", "que está dispuesto/a a cooperar", que "lo hace por el crecimiento de la empresa". Jamás se convertirá en popular entre los demás, sólo a la hora del almuerzo, cuando todos encuentran un buen motivo para hacerlo/a a fuego lento, en la parilla de los comentarios.

Lamebotas es así porque carece de talento y creatividad. y está destinado a esperar que otro cometa un error para demostrar que él o ella sí puede hacerlo bien, pero jamás dará el primer paso ni tendrá una iniciativa con vuelo propio.

En su niñez, fue entrenado/a por su madre para aprenderse de memoria la letra del protagonista de la obra infantil, papel para el que audicionó y fue descartado/a. Cada noche, rezaba para que al chiquito talentoso le diera fiebre, o le apareciera una eruptiva desconocida que lo obligara a quedarse en su casa mientras él o ella ocupaba su lugar.

Ya de grandes, lamebotas es un ser irracional que supone que mejorando un producto ya lanzado al mercado, tendrá más éxito y será reconocido. Y en verdad, está destinado a ser lo que la pepsi a la Coca Cola, o lo que el alfajor Jorgito al Havanna. apenas cosquillas para intentar abrir la boca a una ballena!

Lamebotas del mundo, depongan su actitud. Desháganse de esa técnica loser de scannear los errores ajenos creyendo que ese es el comienzo del camino para obtener logros propios.

Continuarán siendo sanguijuelas laborales que apenas molestan y que todos quieren sacarse de encima.

viernes, 24 de octubre de 2008

Desires to Kill

Hace un tiempo que siento unos incontrolables deseos de matar a alguien.
Específicamente, a un cabrón que anda suelto por ahí.
Para más datos, un deficiente mental que la juega de hombre común y buen tipo y en verdad es un sádico hijo de mil puta.
Por ahora, canalizo mis intenciones de darle un tiro en la cabeza (bien merecido se lo tendría) imaginando que tiene cólicos renales nocturnos, se convierte en impotente y contrae cáncer en la lengua. Como supongo que ninguna de esas cosas le van a suceder en verdad, calculo que pasaré el resto de mis días planificando una venganza potable y con alguna metodología que no figure en el Código de Faltas. Porque conociéndome, estoy segura que terminaré haciendo una provation en la escuelita de la otra cuadra de su casa.

viernes, 3 de octubre de 2008

Mi ex está de novio

Después de haberme torturado durante dos años pensado qué es lo que podría hacer mi ex sin mi, luego de horas y horas de culpa y de andar medio a escondidas ocultando la única relación buena que he tenido en mucho tiempo, hoy me vengo a enterar que...¡eureka! mi ex marido está de novio.
Mi ex es periodista, del estilo de persona que todos quisieran tener en un asado, porque sin importar si conoce o no a la audiencia, termina siendo el más simpático de la fiesta y si, en verdad es capaz de levantar un muerto con su alegre perorata. Eso si: nunca le pude pedir que me resolviera algo, porque era francamente una empresa tan imposible como atravesar el mar en flota flota.

Si chicas, si. para las que pensaban que los ex a los que dejás casi cayéndote de culo por el peso de la mochila llena de culpa que cargás en la espalda, les tengo una noticia:

ELLOS TE HUBIERAN HECHO LO MISMO SI PRIMERO SI SE ENTERABAN DE TUS INTENCIONES!

Los ex son todos iguales. novios, amantes, jefes o maridos. Todos sirven para engrosar la larga lista de cosas que no volverías a hacer con nadie y a cada uno se les olvidó quedarse con algo que se podrían haber llevado: desde paciencia, hasta el descorchador de botellas que ya habías aprendido a manejar o el auto que pagó con el esfuerzo de ambos. Eso por no mencionar lo que te dejaron: arrugas, kilos, unos cuantos alplax en la mesa de luz, el cepillo de dientes viejo, la perra ovejero alemán en el patio que no quiere salir a pasear con un señor desconocido y una caja de herramientas que si vos no sabés para qué carajo sirve lo que hay adentro, para él es como el eslabón perdido o la máquina de dios: absolutamente al pedo haberla fabricado.
La verdad es que,el camino más sano para guardar esas historias es la papelera de reciclaje o el archivo fantasma. Ahora, si te cuesta un poco encender el destructor de documentos sin antes haberle puesto tu sello personal a la desintegración, hay otros caminos más objetivamente fundamentalistas: quemarles la casa con kerosenne puede ser una salida elegante, plantarle medio kilo de marihuana en la guantera del auto o mandarle una carta - bomba son alternativas para no desperdiciar.
De todas maneras, siempre queda la opción de recordar por qué fue que te decidiste a dejarlo. Darte vuelta, taparte y seguir durmiendo atravesada, con toda la cama para vos.